domingo, 2 de diciembre de 2012

Yacimiento de San Isidro. Las piedras que fundaron la Prehistoria española



El pasado 10 de diciembre de 2012, se celebró un acto en el Claustro de la Escuela de Minas con motivo de la celebración de los 150 años del descubrimiento en el yacimiento de San Isidro de un útil prehistórico en 1862. El hallazgo fue llevado a cabo por geólogos e ingenieros de minas, dos de ellos franceses, Louis Lartet y Edouard Verneuil, y un español Casiano de Prado.

En ese momento, sólo habían transcurrido dos años desde que la comunidad científica había aceptado la alta antigüedad de los yacimientos de Kent’s Cavern y del valle del Somme. Con este hallazgo España pasaba a ser el tercer país, tras Inglaterra y Francia en el que se admitía la existencia de útiles prehistóricos. La búsqueda de restos prehistóricos por parte de investigadores de las dos potencias europeas en otros países consistía en intentar demostrar que los hallazgos eran generalizables a otras partes del globo. Y el descubrimiento de San Isidro, así parecía confirmarlo.

Muy interesante es también observar que la noticia del descubrimiento no se dio en España hasta dos años más tarde, en 1864. Previamente, Casiano de Prado esperó que se diera la noticia en Francia, pues las condiciones científicas, ideológicas y culturales en España no permitían hacerlo sin el aval de las potencias extranjeras. Téngase en cuenta que es el momento en el que se está en pleno debate sobre el darwinismo.

A partir de 1864 se irán produciendo en España nuevas adhesiones a la incipiente Ciencia prehistórica, como la de Juan Vilanova y Piera, y durante la mayor parte del s. XIX San Isidro será el yacimiento estrella de la Prehistoria española.

El acto fue abierto por el Director de la Escuela, D. José Luis Parra y Alfaro, hablando a continuación D. Mariano Ayarzagüena Sanz, D. Manuel Santonja Gómez, D. Javier Baena Preysler y D. Gonzalo Ruiz Zapatero.

A su finalización, el profesor de la Escuela de Minas, D. Octavio Puche Riart realizó una visita guiada al Museo Histórico-Minero de la Escuela, haciendo especial hincapié en aquellas piezas de especial valor arqueológico, algunas de ellas descubiertas por el propio Casiano de Prado.